Todos reconocemos que llevar un exceso de peso corporal no es bueno para los perros con artrosis (ni para cualquier otro perro, en realidad).
¿Y perder peso es sencillo, verdad? La fórmula es "menos comida" MÁS "más ejercicio" = quema de grasa: ¡misión cumplida!
He trabajado en la práctica veterinaria durante más de 10 años y he tenido múltiples animales propios en ese tiempo, así que entiendo que no siempre es tan simple.
Una complicación importante con los perros artrósicos es el componente de "más ejercicio". Muchos tipos de ejercicio que realmente aumentan la frecuencia cardíaca y contribuyen a la quema de grasa están descartados, ya que generan demasiado esfuerzo en articulaciones ya frágiles. Entonces, ¿debemos simplemente recurrir a "menos comida"?
La respuesta es no.
Una razón sugerida por la cual alimentar al perro con menos calorías no funciona bien es que cuando el cuerpo comienza a reconocer que está en lo que llamamos "balance energético negativo", el cerebro y el cuerpo perciben que están en estado de inanición. El cuerpo responde reduciendo la velocidad a la que quema calorías. En mi experiencia, esta es una razón común por la que "menos comida" por sí sola NO SIEMPRE = quema de grasa.
Otra preocupación es que, cuando tenemos hambre y nuestro cerebro percibe que no llega suficiente comida, el cerebro comienza a ver cualquier alimento disponible como de muy alto valor. Los perros pueden comenzar a proteger sus cuencos o premios, a buscar comida en la basura o a mostrar comportamientos más ansiosos alrededor de posibles golosinas.
Además, reconocemos lo emocionalmente frágiles que somos cuando tenemos hambre, incluso al punto de volvernos más irascibles. Esto no es lo ideal para convivir con nuestros compañeros peludos, y puede generar cambios de comportamiento indeseados o incluso peligrosos en algunos perros.
El exceso de peso en los perros no solo influye en el desarrollo, la progresión y el dolor de la artrosis, sino que también está asociado con diabetes, enfermedades cardiovasculares, diferentes tipos de cáncer y una vida más corta.
¿Qué podemos hacer para ayudar a nuestro perro a perder peso?
1. Ejercicio:
Incluso los perros con artrosis pueden generalmente aumentar un poco su ejercicio. Si es accesible, la hidroterapia puede ser una excelente opción. Con la flotación proporcionada por el agua, se pueden ejercitar los músculos, aumentar la frecuencia cardíaca y quemar más calorías sin sobrecargar las articulaciones.
- Hidroterapia: Las cintas andadoras subacuáticas suelen ser mejores que la natación libre, ya que permiten un control mayor al perro, la temperatura está controlada, se evitan resbalones y los movimientos son más naturales y fluidos.
- Caminatas: Incrementar las caminatas controladas en un 20% a la semana y añadir inclinaciones suaves puede marcar la diferencia. Es esencial hablar con el veterinario o rehabilitador para ajustar el plan de ejercicio.
2. Alimentación:
- Elegir una dieta adecuada: Algunas dietas son altas en carbohidratos insolubles (fibras), mientras que otras tienen más proteínas. Consultar con el equipo veterinario para encontrar la mejor opción.
- Alimentar con base en el peso objetivo, no en el peso actual.
- Establecer metas alcanzables: Reducir gradualmente el peso objetivo en pasos pequeños, permitiendo que el cuerpo y el cerebro del perro se ajusten.
- Dividir las comidas diarias en 3 o 4 porciones para evitar activar el "modo de crisis de inanición".
- Si se usa alimento seco, remojarlo previamente para que genere mayor sensación de saciedad.
- Variar la textura y el sabor utilizando líquidos bajos en calorías como caldos diluidos sin sal o jugos vegetales.
- Revisar porciones y utensilios: Verificar que las cantidades alimentadas correspondan al peso objetivo y no al actual. Utilizar una balanza para medir con precisión, evitando improvisaciones con tazas o recipientes plásticos.
- Considerar dietas formuladas: Los alimentos para pérdida de peso diseñados por veterinarios están fortificados con nutrientes esenciales y bajos en calorías, ofreciendo una opción equilibrada.
- Considerar trabajar con veterinarios nutricionistas: Te pueden ayudar a formular una dieta equilibrada para tu perro
3. Enriquecimiento alimenticio:
- Buscar alimentos: Usar 25-50% de la comida en juegos como búsquedas del tesoro en casa o el jardín.
- Lickimats o dispensadores: Usar comida triturada y remojada para enriquecer la experiencia. Asegurarse de que la postura del perro sea cómoda, considerando su artrosis si la tuviera.
- Controlar la cantidad de golosinas y usarlas como parte del aporte calórico diario. Crear pastas de premio bajas en calorías como alternativas.
4. Estimulación ambiental:
- Proveer enriquecimiento basado en olores, vistas y movimientos.
- Rotar juguetes, introducir nuevos olores (ropa, zapatos), o traer elementos naturales de paseos como ramas y plantas.
- Utilizar paseos en coche o en carrito para que el perro observe nuevos entornos, si es que la capacidad de ejercitar se encuentra limitada.
Conclusión:
La artrosis no debe comprometer la calidad de vida de un perro, ni tampoco la dieta.
Al ayudar a un perro a perder peso, es crucial construir una relación de confianza entre tutor y veterinario. Introducir demasiados cambios a la vez o incrementar los costos de la alimentación puede dañar esta relación. Es importante comenzar con pequeños ajustes en la dieta actual, monitorear el progreso y, si es necesario, considerar opciones más especializadas. Elegir fabricantes de alimentos para perros de buena reputación que empleen especialistas en nutrición canina o trabajar directamente con veterinarios nutricionistas para elaborar una dieta ajustada, es esencial para garantizar que el perro reciba los nutrientes necesarios mientras reduce la ingesta calórica.